Resumen:
Hasta 1993, el sistema financiero boliviano se caracterizaba por presentar
altas tasas de interés y elevadas diferenciales en relación a las
tasas internacionales. Las tasas de interés, consideradas como costo
del dinero, son así uno de los pocos precios que no fueron adecuadamente
ajustados por el mercado desde que se inició en 1985 el
programa de estabilización y ajuste estructural.